La Naturaleza y la Tecnica
Desde un punto de vista holístico, la naturaleza es mas que las hojas amarillas que caen de los arboles, el verde follaje que viste las sabanas y los valles, la bruma densa que recubre los paramos y que por diversas fuerzas cae sobre las montañas, rueda como ríos y se abre a la inmensidad de los mares. Ciertamente va mas allá de lo muerto y lo vivo, aunque en referencias concretas se le percibe como lo vivo y en tal caso se abarcaría todo un debate mas allá de la percepción que aquí se toma. Asintiendo bajo la concepción de San Francisco, el amor fraterno cósmico envuelve la naturaleza y es precisamente la naturaleza; mas que solo los animales y la vegetación que en la biosfera se encuentra. Dios es la naturaleza, y el universo es Dios, así pues el natural abarca un sin numero de elementos y entre ellos, el humano.
Como Seneca1 dice, “Somos un miembro de un gran cuerpo. La naturaleza nos ha hecho hermanos porque nos ha creado de la misma materia y nos dirige hacia una única meta; nos ha infundido un amor recíproco, haciéndonos sociables. Ha establecido la equidad y la justicia. De acuerdo con sus normas, quien hace el mal es mas desgraciado que quien recibe ese mismo mal… soy humano, y nada de lo humano me es indiferente”, y nada indiferente de lo humano es nada indiferente de la propia causa de nuestro existir, la naturaleza.
Si bien, la razón es propia del intelecto y la técnica un resultado de esta, no se desliga del efecto propio que la concibe, y es por esto que la naturaleza es indiferente a la necesidad o no de la técnica, pues es en esta misma donde la técnica reside. Es bajo las leyes naturales, que se desarrolla todo el conocimiento que la técnica condiciona como propio y que en formas cándidas evoluciona como un elemento abstracto y ajeno a la propia razón que le engendra.
Es ahora que se ve como esta disuasión que por siglos ha espigado, toma como aposentos catástrofes en las que el humano no es único afectado. El desarrollo técnico y científico aislado del paradigma natural ha causado que el hombre, siendo natural, se vuelva artificial a su entorno e inerte frente al dolor que, bajo una biosfera atosigada por gases y odio, lentamente le deja sin vida. Con los tiempo que se viven actualmente, la ciencia, la tecnología y la técnica son la causa pero también son la solución a la cantidad de males que nos aquejan, pues ciertamente, somos la naturaleza también.
Footnotes
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SENECA, Cartas Morales a Lucilio. Intrad., trad., y notas de Juan Carlos García Borran. Navarra: Alianza Editorial, 1971, carta 95. p 57-58. ↩