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¿Por que Somos como Somos?

Prefacio

La historia en Colombia se ha resaltado por eventos violentos, desalentadores y frustrantes para las generaciones que hubieran venir. Ahora, en tiempos de paz, entra la tarea de recordar por que estamos en el lugar donde nos encontramos; de entender los pasos que han desenlazado en los eventos mas memorables y como estos han hecho del país, y sus habitantes lo que en formas conflictuantes y orgullosas, somos ahora.

La religión pues, ha tenido un impacto especial, pues desde que fue implantada en la sociedad colombiana, se ha mantenido como un factor determinante en el amplio espectro de las directivas del país. Para entender mejor como se ha desarrollado la conducta social de los individuos del país, al rededor de la formula religiosa, debemos apreciar el recorrido que ha seguido en los puntos de la historia nacional y su efecto en el ámbito personal y colectivo.

Capitulo 1

La Iglesia Católica a Comienzos del Siglo XX

A lo largo y ancho de America latina, el liberalismo anticlerical arrasaba el continente, dominando el escenario politico durante el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX. En Colombia sin embargo, la iglesia católica logro superar y anteponerse al anti-clericalismo que se presentaba y con ayuda de los conservadores, el país desarrollo en mas de tres generaciones de colombianos (desde inicios de los 1880 hasta 1930), un dogma, que seguía de cerca la política mas ortodoxa del Vaticano.
Así pues, después de una época donde la educación laica, el matrimonio civil, el divorcio y la libertad religiosa hospedaban la conciencia del colombiano de antaño, se impuso un orden católico que borro de los anales la constitución liberal “atea”, que barría con toda mención de dios y se dio a consigna, la constitución 1880, la cual presentaba un precepto contrario al ya establecido e imponía a la iglesia como un pilar esencial de la sociedad.

Bajo el lema “regeneración o catástrofe” la des-secularización de la doctrina colombiana se planto para dar fin al “caos, la anarquía y la inmoralidad” que se presentaba en la época, y que, con el ferviente apoyo del pueblo, al cual las autoridades no podrían contrariar ni herir los sentimientos religiosos establecidos, se estableció, bajo el mandato del clero, el mejor camino para la regeneración del individuo y de la sociedad.

El dogma del Terror

La proliferación, ahora mas legal e incluso impulsada por el estado de la iglesia católica, impulsaba un modo que profundamente agresiva y maquiavelamente, estructuraba una doctrina desarrollando un temor y un odio al rival político: los liberales. Bajo el Syllabus 1 , que a maquina del papa Pío IX, establecía “el programa filosófico y político” se daba como modelo para los defensores del catolicismo en su lucha contra el liberalismo y la “civilización moderna”.2 Establecía que, bajo el odio, esencialmente satánico y anticatólico, que intentaba promover gobiernos ateos a pueblos creyentes, debía ser castigado y desterrado del sistema estatal y democrático. Con la constitución del 86, que perduraría con muchos retoques hasta 1991, doctrinaba a la sociedad a seguir un mandato eclesiástico —la educación publica, el registro civil y la administración de cementerios quedaban bajo el control de la iglesia católica— que estaba lleno de beneficios en materia económica (estaban exentos de cargas fiscales), civil y política.

El conflicto Interno

La gigante ola que arraso con el federalismo, la libertad individual y la laicidad del estado crearía un grupo subversivo que renegaba la la doctrina que se imponía y sus ambiguos dictadores. Los liberales, que impulsados por la posibilidad de volver a poder y restaurar su modelo, declararon en varias ocaciones la guerra al gobierno conservador, sin embargo, esto resulto en perdida de protagonismo en la escena política durante muchos años. La guerra de los mil días significo la sepultura del sueño de un estado laico. La impositora retórica de la iglesia, llevaría a Colombia, en los años siguientes a un decaimiento político, cultural, civil y económico, que produciría eventualmente, la división de su pueblo.

La culpa ciega de la Iglesia

Bajo el estandarte de la cruz, y su protectora luz mística, el católico que quisiera hacer frente a ese titulo, debería mirar a la “secta liberal”, como la gran calamidad de la época, presente, pasada y futura. Con desdén y con horror debía huir de ella, y bajo esta doctrina, los hijos crecieron para defender su patria y su culto. Militarizando su acometida, usarían fusiles, en vez de palabras, para defender la fe con valor cristiano. El fanatismo del obispo de pasto, Ezequiel Moreno, que intransigente, llenaría la cabeza de los colombianos ciegos ante su ignorancia depravada, con visiones de grandeza en defender la fe. La guerra debía ser interpretada como un castigo divino, que golpeaba a una sociedad pecadora, invadida por la peste del liberalismo 3. Este odio bipartidista, sin embargo, no era acogido por todos los miembros del clero, quienes optaban por una ruta mas moderada, y que, de paso, condenaban a los sectores intransigentes del clero que creían que el sacerdocio estaba únicamente al servicio de los conservadores. Tal desgaste cultural y religioso generaría confusiones diversas para la Colombia que crecería a la par del catolicismo, y que, para el mundo nuevo y desarrollado al que se debería enfrentar no solo su política, su cultura y su economía, si no también, su ambiciosa y castigadora religión impuesta, tendrían que buscar formas en las que mantener ese manto que cegaba a la sociedad.

La Republica Liberal

Las ambigüedades de los conservadores, así como también, de su mas preciado aliado, la iglesia católica, llevaron a una decadencia total, que terminaría en el fin de la “hegemonía conservadora”; el liberalismo, retornaba al poder después de medio siglo. Desde 1930 y hasta 1946, se daría en Colombia, de nuevo, una republica liberal, que, al igual que su contra parte conservadora-catolica, intentaría aliviar los males de una sociedad corrompida. Para Olaya(1930-1934), el regimen que había impuesto el gobierno conservador, seguiría estando, de cierta forma, igual. Las relaciones entre el estado y la iglesia se mantendrian sin el menor de los cambios. Sin embargo con la llegada de Alfonso Lopez Pumarejo, se dio la separación de la iglesia y el estado. Pese a los cambios establecidos por la renovada republica liberal, Colombia se mantuvo en un orden que terminaría, a la par del fin del orden de los liberalistas.

La violencia

Con el fin del orden liberal, en 1946, se avivo el fuego que, como un remanente de la ignorancia social y política de los colombianos, encendería la estructura del país, a raíz de conflictos entre liberales y conservadores. Una mezcla explosiva de pasiones partidistas, oficializada en ese año, cuando se convirtió a las instituciones estatales en agentes al servicio de los conservadores; un acto de violencia. Frente a este torbellino que azotaba la nación, la iglesia se mantenía firme con sus aliados tradicionales partiendo al país en dos —obviamente, sin tener en cuenta grupos minoristas de sectas protestantes, partidos políticos adversos, entre otras formas de sociedad mancomunada—. La guerra civil rural que dejo 200 mil muertos, fue, también, una de las fases de formación, para el grupo subversivo FARC que mas adelante se constituiría oficialmente.

La cria del conflicto

A raíz de los extensos conflictos entre liberales y conservadores, y los efectos propios de esta “guerra” harían del campo, el mas afectado y miserable. Se levantan en armas, unos sujetos que conducirían el destino de la nación radicalmente.

Capitulo 2

El ente, y la comunidad social

Habla de como, el ente, un ser, energético, neutral, puede definir en un punto, la paz y la unidad. El sabe que es el negro y que es el blanco

La union simbolica; energia

Una muestra base, de una comunidad social especial, amplia. La religión católica desde su comienzo, e incluso la cristiana, antes de Constantino, fue un conglomerado de personas, que bajo una union simbólica, forjaron una comunidad social. No es la única muestra de este comportamiento, sin embargo, es una de las mas influyentes. Ahí la importancia, y mas, para una zona geográfica —como acá— donde su influencia es mayor. La energía es una representación abstracta de este comportamiento, pues no es enfocada al nivel humanístico. Es una simbología de un modelo aparte. Sin embargo, no lo hace erróneo, y aun mas, así, matemáticamente, aprueba igual, un modelo social; un constructo humano. Teniendo la concepción, de que, la energía se desplaza exponencialmente. Que no se crea, ni se destruye; solo se transforma, entonces ha consumido tiempo, para continuar transformandose. Al desplazarse (en el tiempo), pues eventualmente, esa energía se convierte, en uno. Da figura a un ser. Ahora, masivamente, con los nacimientos y el crecimiento, igualmente exponencial, de humanos, en todo el planeta; habrá una transformación de energía de igual forma. Es un hecho; se da como un comportamiento, social, pues entre ser y ser, habrá una interacción energética, y entre una cantidad enorme, de ”seres”, pues la cantidad de energía compartida ere abrupta. Ahora, con este modelo se entiende que la interacción de energía (entendiéndola, ya establecida como una cantidad determinada, lo que uno crea que pesa, siendo entonces, energía, el uno y el otro) generara un rastro, en esa transformación que habrá hecho, y que leyendo la historia, se determina como el modelo social; hablando de la union simbólica de humanos, para un altercado a nivel religioso; una conglomeración. La iglesia. Esta union simbólica es pues, la conglomeración hacia ese algo, misterioso, blanco y poderoso. Para cada iglesia entonces, su deidad. Tal vinculo, establece una interacción energética entre sus miembros, “entre los que creen”. En el mundo se ha dado una cantidad especial, de comunidades. Estos grupos que no necesariamente religiosos, comparten la sociedad, en union por algún efecto del propio mundo, ya sea social o material. Se diría que energía se conglomera con energía, para unirse a energía; en el sentido mas arcano de la palabra. Todo es energía.
Ahí están los scouts; se unen vestidos con atuendos extraños. Un vestido, generalmente verde, que va con pantaloneta gruesa. Una camisa de manga corta y vuelto de cuello, de una tela parecida, no tan gruesa, sin embargo dura, al de la parte inferior. Luego una corbata, a veces, para mostrar una decencia singular. Por honor, llevan chapas, como todo buen militar, que simbolizan una victoria, tal vez, y aun así, es un lujo distante. Cargan cierto valor, pero es desentendido de la sociedad metropolitana. Buscan su valor en la naturaleza, viven cerca de la tierra. O así aparentan. Tienen una union simbólica, todos ellos, con la naturaleza. Son puntos de energía, en conglomeración a una energía ”mayor”. En este caso, la tierra, y que en tiempos mas remotos, e incluso hoy, de forma mas arcana4 , la madre tierra 5, la pachamama6, bachue7, siria8. El ente, es la zelle9 de energía, que es ambivalente entre uniones energéticas, que de una forma física, y en el sentido mas singular de la espiritualidad, per se; el ente, es esa energía que no se afecta por los campos magnéticos externos, por la interacción de energía, que genera campo10. Se puede entender el campo magnético, como la energía que se libera, que se comparte, que se transforma, entre sujetos sociales, en union simbólica cualquiera. La comunidad, que siendo no redundante, social.

La afección intrínseca, el ente y la religion

La paz en la neutralidad

Capitulo 3

El efecto de las sectas protestantes

Si bien la religión católica fue, y es tal vez, aun, la mas influyente en Colombia; no se estableció como la única en la nación; apoyado por el partido liberal, y su libertad de credo. Varias religiones adyacentes a la católica, se instauran, obviamente, de menor forma, y pese a la inducción y el dogma religioso impuesto en Colombia, estas iglesias logran generar un variedad social y un colorido panorama eclesiastico para la nación, que de cierta forma, ayudaría mas adelante, en su incursión internacional.

Capitulo 4

El Colombiano

Este es el gentilicio que se le da a las personas que nacen en Colombia. Representa toda un cultura basta en colores, sabores y dolores. Definir al colombiano ha de ser una tarea extenuante. El colombiano moderno ha estado marcado por series interminables de conflictos internos, causados por un gobierno incompetente y, como a palabras de Pepe Mujica, una oligarquía cavernaria. Sin embargo, no es de desprestigiar la abundancia de un buen colombiano, ya que, a pesar de la trágica historia que ha marcado la historia de su nacion, se mantiene prospero, y a la vez cegado, hacia un futuro mejor. El colombiano es como es, pues su historia, su geografía, y su cultura influyen en cada acto, cada muestra y cada día. La recopilación histórico religiosa, que se ha hecho, como también la tesis de el ente, sirven para comprender los factores mas determinantes del país. Fruto de la instrucción del modelo egoísta y el dogma religioso impuesto en Colombia, el colombiano es, por la misma instrucción, cerrado y negado a la expansión del conocimiento, que esta mas allá de la que la doctrina permite. La densa historia que marco la genetica del individuo colombiano lo hace restringido a su desarrollo mas allá de las fronteras, sociales, historicas, intelectuales y racionales.

Footnotes

  1. Miguel Antonio Caro,”El Partido Catolico en el Mundo”, en El Tradicionista(Bogotá, año 1, trimestre 1º, núm. 1, 21 de noviembre de 1871; en Miguel Antonio Caro, Obras, t. I, Filosofía, Religión, Pedagogía. Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1962, p517).

  2. Ricardo Arias Trujillo, “La Iglesia católica colombiana durante el siglo XX”, p. 51, ISTOR(Año IX, Núm. 36). Tomado de Ibid., p. 751.

  3. “O con Jesucristo o contra Jesucristo. O catolicismo o liberalismo” (1899), en ibid., p.145.

  4. Remota, de forma social. No en forma histórica, si no como, un modelo numérico de la sociedad humana, en general.

  5. Diosa Madre; Baring, A., Cashford, J., (El mito de la diosa. Evolución de una imagen), 2005.

  6. América precolombina, 13,500 AP.

  7. Muisca, 10,000 AP.

  8. Derceto, madre de Semíramis. Mitologia de Asiria, 2500 a.C.
    —Esa época donde, en palabras sincréticas, se ve como todos podían ser dios.

  9. —die Zelle, la cell.

  10. Magnetico.